jueves, 22 de mayo de 2008

Semana 3, por bren






Verdad vs Realidad: Alimentan cada día a 236 niños pero reciben ayuda para 70




Buenos Aires- El comedor Nuestra Señora del Rosario de Monteverde, en San Francisco Solano recibe ayuda para alimentar sólo a 70 niños argentinos, pero son 236. Todos los mediodías se repite la historia. Siete mujeres son las que trabajan en el comedor desde hace ocho años. Los nenes llegan hasta allí con sus ensaladeras de plástico o cacerolas de aluminio y esperan en fila que el reloj marque las doce. Algunos chicos guardan lo que las siete mujeres les dan y lo calientan a la noche. Será su cena. 236 tienen suerte porque pueden comer dos veces por día. No la tuvieron en enero, ni en febrero ni en marzo porque con el cambio de gobierno, el dinero no llegó y el comedor estuvo cerrado. Cada una de las siete mujeres gana 50 pesos al mes por trabajar en el comedor y no se quejan. Un sólo ejemplo de los cientos de comedores que hay a lo largo de todo el país y de mujeres y hombres que trabajan por los niños a diario, muchos gratuitamente.







Robot chef en Bristol



Hace poco os enseñamos un robot que aprendía los movimientos que se le enseñaran. Sus creadores lo usaron como un robot-chef. Pues bien, no son los primeros (ni a los últimos) que se les ocurre la idea de tratar de meter un robot en la cocina.
La comisión europea ha creado un proyecto, conocido como CHRIS (Co-operative Human Robot Interaction Systems) que será valorado en 3.65 millones de €.
Hay muchas dudas de si un robot trabajará libremente y de forma segura en una cocina, pero las investigaciones prometen un futuro interesante.
Es simpático resaltar que el profesor al cargo del proyecto CHRIS, se llama Chris Melhuish, director del laboratorio de robótica de Bristol.






Elogio del pequeño suplemento comercial


Una de las peculiaridades que más destacaban en el diario Público desde que nació el 26 de septiembre de 2007 era su ausencia de suplementos. Para conseguir que todos sus centrosatribuyó en su blog tan sólo a razones editoriales de impresión pudieron imprimirlo a todo color, y para ahorrar los costes de encarte, no podían superar nunca las 64 páginas, y por lo tanto había que ajustar la paginación todos los días; a diferencia del resto de periódicos, que disponían de mayor flexibilidad para variar su número de páginas. El director Ignacio Escolar sin embargo esa carencia: “No creo en los suplementos. Es la manera que tienen los diarios de crear guetos semanales para esa información que no les cabe en el día a día. En Público tendremos mucha cultura: seis páginas diarias. Entre ellas, habrá al menos una página diaria sobre música, otra sobre cine, otra sobre letras y otra sobre historia.”

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